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22/8/13

Leyendas de Batman: Calor


Título: Leyendas de Batman: Calor.
Título original: Legends of the Dark Kinght: Heat. (contiene Batman: Legends of the Dark Knigh #46-49 USA)
Autor/a: Doug Moench al guión, Russ Heath al dibujo.
Saga: --
Editorial: DC comics/ Planeta DeAgostini.
Año: 1993 (2008).
Páginas: 72.
ISBN: --
Precio: 6,95 €.
¿Donde puedo conseguirlo?: En cualquier tienda lo suficientemente guay como para seguir teniendo y vendiendo material descatalogado (Planeta ya no tiene los derechos de edición de DC en España), o aquí. Habilitaría enlaces de descarga, pero Warner es una compañía malvada. MUY malvada.




Batman está de moda. Actualmente hay más de cinco publicaciones regulares protagonizadas por el Hombre Murciélago, una docena de series spin-off, una serie animada (Beware the Batman, que recomiendo fervientemente), una trilogía cinematográfica megataquillera, polémica para los fans y de buena recepción por parte de la crítica, merchandising variado, excelentes videojuegos...

¿Y hace veinte años, qué?

Entre finales de los 80 y principios de los 90, Batman vivió una época dorada a la altura de la actual. Las dos primeras cintas de Tim Burton protagonizadas por el cruzado de la capa, la serie animada que llevó adelante el gran Bruce Timm, el relanzamiento editorial masivo de la editorial DC tras la miniserie Crisis en Tierras Infinitas, y el empeño de los editores por unir los mejores autores posibles a la figura del murciélago dieron lugar a obras como La Broma Asesina, El Regreso del Señor de la Noche, Arkham Asylum, Año 1, Una Muerte en la Familia... y la serie mensual Legends of the Dark Knight.

 Cuando empezó a publicarse, Legends of the Dark Knight iba a su bola con respecto a las otras series del murciélago. Mientras Batman y Detective Comics relataban el presente del personaje, LOTDK se centraba en historias autoconclusivas de no más de ocho episodios, desarrolladas cada una por un distinto equipo creativo, con toques sórdidos y temática mundana en muchos casos, y ambientadas en los comienzos de la carrera superheróica de Batman. Robin aún no había hecho acto de presencia, Bruce era inexperto como superhéroe, muchos de los villanos habituales ni existían, y la ciudad de Gotham no solo no sabía qué pensar del murciélago, le temía.

 La historia que hoy nos ocupa, queridos lectores, fue publicada en 1993 y toca muchos temas de bastante buena manera. La premisa básica: un asesino en serie vestido con un uniforme felino está causando estragos entre las mujeres de Gotham, a la vez que se están sucediendo una serie de disturbios y conflictos raciales, y todo ello acompañado por una brutal ola de calor. Batman y Catwoman, cada uno por su parte y en su estilo, tratarán de seguir al asesino, llegando a colaborar a desgana y con la total desaprobación del joven Jim Gordon. Uno de los temas principales de esta saga es la relación entre Catwoman y Batman. Catwoman aquí es caracterizada siguiendo el patrón que impuso Frank Miller (el preferido por quien escribe estas líneas... lástima que durara tan poco como canon): Selina Kyle, una ex prostituta que inspirada en parte por Batman, comienza una carrera como criminal disfrazada de gato, con cierto código moral personal. Porque, querido Señor Nolan, Dios de los fanboys: CATWOMAN NO ES UNA ASESINA. No tomará una vida si no es cuestión de vida o muerte propia. Por parte de Batman, tendremos lo que ya se ha comentado arriba: un Bruce inexperto, que no lleva mucho tiempo siendo el Caballero Oscuro, y que se las verá muy putas.

 Dicho esto, lo mejor para un servidor de este cómic es precisamente la interacción, el contraste y la tensión sexual entre Batman y Catwoman. Se tocan mucho los temas del racismo, de la tergiversación de las noticias por parte de la gente y los medios, la reacción de la sociedad ante ambientes estresantes... pero el guionista de la obra, Doug Moench (del cual espero poder reseñar unas cuantas obras más en este blog), es un pedazo de artesano, un conocedor de los personajes a nivel enciclopédico y, ante todo, un profesional como la copa de un pino.  Deja momentos impagables para el lector, como cuando Bats lleva a una malherida Catwoman a la Batcueva, o el epílogo de la propia obra, en el cual Catwoman nos partirá el corazón pero aun así querremos que vuelva a nuestra vida. Igual que Bruce. En esta historia los personajes, todos, sienten y padecen, incluso ese ser amoral que es el asesino en serie tiene sus motivaciones, por horribles que sean, y pese a que quien escribe estas lineas considera al 'malo' como un mero recurso para sacar adelante su historia, que solo aporta algo en el momento en que su trama se mezcla con la de la tensión racial en Gotham.

 El dibujo, estimado lector, al principio no parece la gran cosa. Russ Heath no es un dibujante espectacular, no es Bryan Hitch o John Cassaday. Pero es que esta historia no lo necesita. Esta historia necesita expresividad, una narrativa fluida, ambientes mundanos y habituales en la vida diaria. Y Heath nos da eso y más. Su dibujo sencillo nos transmite todo lo que necesita transmitir cada viñeta, sin recargar al lector, y con un estilo cercano al de Mazzuchelli o el actualmente de moda David Aja, usando colores planos y estructuración de página que por momentos transmite una sensación de puro cine negro, de thriller urbano, de realidad, y que se lee como un cómic de toda la vida. Nada de abusar de splash-pages, de viñetas rotas o de poses molonas porque sí. La historia se lee rápida y gustosamente gracias a él, todo un vieja espada que en la época en la que fue publicado este cómic se centraba en trabajitos relacionados con la animación, y es de agradecer que se acercara a Batman para dejarnos algunas de estas estupendas páginas y un par de lecciones de anatomía humana y expresividad. No todo son rallitas, ¿eh, Jim Lee?

 En conclusión, una historia variada que toca más de un tema en su desarrollo, con una gran caracterización de los personajes, buen dibujo y que merece ser leída, siendo una obra relativamente modesta y poco conocida. Ideal si os gustan Batman o Catwoman. No esperéis un cómic que os cambiará la vida, esperad un buen cómic. Porque eso es lo que es, ni más, ni menos. No queráis que todas las películas del mundo sean El Club de la Lucha o El Padrino.

Un buen cómic, satisfactorio, modesto y profesional, con un gran énfasis en la interacción entre personajes, que no aporta mucho a la leyenda de Batman, pero sí utiliza bien los elementos que tiene a su disposición para entretener al lector hasta el final.

3 comentarios:

  1. Acabo de terminarlo ahora mismo. La verdad, Juanan, tienes toda la razón del mundo: no es un cómic trascendental, es un buen cómic, que uno disfruta leyendo y que te deja buen sabor de boca, aunque no el mejor.

    Personalmente sabes que me encanta el rollo Batman-Catwoman, que a mí Selina me tira mucho. Aquí lo veo bastante lógico y bien llevado, muy chulo, sí señor.
    Para serte sincera, no termino de entender la parte del racismo. O sea, no sé por qué han metido eso ahí. Me ha sonado todo un poco gratuito, pero a fin de cuentas tampoco es algo para morirse.
    Lo que sí me ha matado es la traducción, al menos de la edición que he manejado. Dioses, qué espanto.

    En resumen; muy buena reseña y un cómic genial. ¡Me muero por leer el siguiente que hagas!

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  2. mucha interaccion entre batman y catwoman? me lo apunto. muy buena reseña, me pasare a menudo por aqui...

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