Título original: Mockingjay.
Autor/a: Suzanne Collins.
Saga: Los juegos del hambre (3 de 3).
Editorial: Molino.
Traducción: Pilar Ramírez Tello.
Año: 2012 (2011).
Páginas: 416.
ISBN: 9788427202139
Precio: 16€
¿Dónde puedo conseguirlo?: Casa del libro
Sinopsis: (No te aconsejo que lo leas si no te has leído el anterior).
Katniss Everdeen ha sobrevivido dos veces a los juegos del hambre, pero no está a salvo. La revolución se extiende y, al parecer, todos han tenido que ver en el meticuloso plan, todos excepto Katniss. Aun así su papel en la batalla final es el más importante de todos. Katniss debe convertirse en el Sinsajo, en el símbolo de la rebelión... a cualquier precio.
¡Que empiecen los septuagésimo sextos juegos del hambre!
Y, una vez más, que la suerte esté siempre de vuestra parte. Y vuelvo a lo mismo que dije en la reseña de En llamas: si no te has leído el libro anterior, mi consejo es que NO leas esta opinión hasta que lo hagas. No me hago responsable de los tirones de pelo que tengas si ves algún spoiler en este comentario, ya que estás avisado, querido lector. ¡Después nada de llantos!
Katniss sobrevive a sus segundos juegos. Mi adorado Haymitch logra sacarla de allí, y ahora, escondidos e intentando sobrevivir en el Distrito 13, tienen algo muy grande por delante que afrontar: la rebelión de los distritos, la caída del Capitolio. En pocas palabras, tienen ante ellos la posibilidad de la guerra. Y en ella Katniss será una pieza inamovible, un símbolo de todo lo que significaría acabar con la tiranía de los creadores de los Juegos del Hambre. Katniss ha de convertirse en el Sinsajo.
Y de la historia sólo te diré una cosa más: prepárate para llorar. Porque es posible que en más de una ocasión se te atraganten los sentimientos en la garganta. Las sorpresas están al orden del día en una historia de guerras y, por si no lo habías imaginado ya, son sorpresas llenas de muerte. Y muy bien colocadas, además; Collins hará que te propongas dejarlo al acabar el capítulo y, cuando llegues al final, morirte por seguir leyendo.
Los tintes temáticos han cambiado bastante en referencia a las dos entregas anteriores, cosa que agradezco enormemente; no porque pensara que antes estaba mal llevado, sino porque el objetivo principal de esta novela es más la guerra y la rebelión. Con temas tan serios como la muerte de miles de personas el lector agradece que no se centre todo en el amor adolescente. Katniss está más centrada en lo que ha de hacer y en lo que ha de salvar, se la ve más madura y, sobre todo, increíblemente más rota. Sufre tanto, experimenta tantos momentos extremos, que su cerebro y sus reacciones son muy diferentes a lo que hemos visto hasta ahora. Otro punto positivo para la señora Collins aquí: evolución de personaje. No quedarse atascada en el cliché de que la chica protagonista sólo tiene mente para su amor, independientemente de las bombas que le caigan alrededor.
En cuanto a los demás miembros del reparto de personajes, te aviso desde ya, querido lector: no te encariñes con nadie. O, al menos, con casi nadie. A estas alturas de la saga entiendo que es un poco complicado, ya que tendrás ciertos favoritos de los libros anteriores (como yo, que para mí Haymitch lo es todo y más), pero intenta tenerlo en mente: recuerda ante todo que están en guerra, y que en la guerra muere mucha gente. Un detalle digno de resaltar es la evolución psicológica de prácticamente todos ellos. Desde Prim hasta Katniss, pasando por Peeta y descubriendo el gran trasfondo de personajes como Finnick. Todos ellos tienen una historia, más o menos difícil, que los ha hecho cambiar y desarrollarse de una manera u otra. También tendrás momentos buenos, por supuesto, aquí todo cabe.
Una queja personal es el haber visto tan poco y haber sabido tan poca cosa de Haymitch. Admito que es sólo una opinión personal, simple y llanamente porque me he enamorado de este personaje, pero es que en En llamas vi muchas cosas de él, muchos recuerdos de su pasado que me ayudaron a quererlo aún más. Aquí, en este último libro de la saga, apenas se nombra lo que le pasó una vez. Aunque, recalco, esto es completamente un aporte personal: la historia no pierde ni mucho menos con esto, es sólo que a mí me habría encantado saber más cosas de él.
Seguimos en el estilo del tiempo presente y la primera persona. Se nota que las situaciones en este libro son más difíciles de llevar (Katniss tiene ya mucho a sus espaldas, y todo eso, sumando las drogas que le suministran para controlarse, acarrea muchas consecuencias), pero, dentro de una normalidad, todo se lleva de estupenda manera. Como he comentado antes, Suzanne tiene el acierto de colocar momentos de tensión y realmente interesantes al final de los capítulos, de manera que lo único que quieras es seguir allí pegado y saber lo que pasa a continuación.
Y hay otro tema que me gustaría resaltar: el final. Para mí, ligeramente predecible. Alguien me comentó una vez que, al ser en primera persona, damos por hecho que la protagonista no va a morir. Yo realmente no me decantaba por esta opción: la posibilidad de que Katniss termine muerta al final de la historia está ahí completamente, tanto por la situación como por su comportamiento.
No te diré si acaba muerta o no; te diré que, personalmente, a mí me habría gustado más otra opción para terminar la historia. Aun así, no podemos olvidar que estamos ante una novela para adolescentes, y Collins se adapta bien a su género. Yo concretamente, como lectora ávida y mujer algo más adulta, habría escogido otro final bastante distinto; como escritora que lanza su producto a un público de esta edad, quizá habría cogido el mismo camino que Suzanne.
Para terminar, te digo que, si te gustaron los anteriores, éste no te va a dejar indiferente. Y que, si quisiste y te pareció bien gastarte el dinero tanto en Los juegos del hambre como en En llamas, éste no será distinto.
Otros títulos de la saga:
Los Juegos del Hambre (reseña de la saga completa)
Los juegos del hambre (#1)
En llamas (#2)
Katniss Everdeen ha sobrevivido dos veces a los juegos del hambre, pero no está a salvo. La revolución se extiende y, al parecer, todos han tenido que ver en el meticuloso plan, todos excepto Katniss. Aun así su papel en la batalla final es el más importante de todos. Katniss debe convertirse en el Sinsajo, en el símbolo de la rebelión... a cualquier precio.
¡Que empiecen los septuagésimo sextos juegos del hambre!
Y, una vez más, que la suerte esté siempre de vuestra parte. Y vuelvo a lo mismo que dije en la reseña de En llamas: si no te has leído el libro anterior, mi consejo es que NO leas esta opinión hasta que lo hagas. No me hago responsable de los tirones de pelo que tengas si ves algún spoiler en este comentario, ya que estás avisado, querido lector. ¡Después nada de llantos!
Katniss sobrevive a sus segundos juegos. Mi adorado Haymitch logra sacarla de allí, y ahora, escondidos e intentando sobrevivir en el Distrito 13, tienen algo muy grande por delante que afrontar: la rebelión de los distritos, la caída del Capitolio. En pocas palabras, tienen ante ellos la posibilidad de la guerra. Y en ella Katniss será una pieza inamovible, un símbolo de todo lo que significaría acabar con la tiranía de los creadores de los Juegos del Hambre. Katniss ha de convertirse en el Sinsajo.
Y de la historia sólo te diré una cosa más: prepárate para llorar. Porque es posible que en más de una ocasión se te atraganten los sentimientos en la garganta. Las sorpresas están al orden del día en una historia de guerras y, por si no lo habías imaginado ya, son sorpresas llenas de muerte. Y muy bien colocadas, además; Collins hará que te propongas dejarlo al acabar el capítulo y, cuando llegues al final, morirte por seguir leyendo.
Los tintes temáticos han cambiado bastante en referencia a las dos entregas anteriores, cosa que agradezco enormemente; no porque pensara que antes estaba mal llevado, sino porque el objetivo principal de esta novela es más la guerra y la rebelión. Con temas tan serios como la muerte de miles de personas el lector agradece que no se centre todo en el amor adolescente. Katniss está más centrada en lo que ha de hacer y en lo que ha de salvar, se la ve más madura y, sobre todo, increíblemente más rota. Sufre tanto, experimenta tantos momentos extremos, que su cerebro y sus reacciones son muy diferentes a lo que hemos visto hasta ahora. Otro punto positivo para la señora Collins aquí: evolución de personaje. No quedarse atascada en el cliché de que la chica protagonista sólo tiene mente para su amor, independientemente de las bombas que le caigan alrededor.
En cuanto a los demás miembros del reparto de personajes, te aviso desde ya, querido lector: no te encariñes con nadie. O, al menos, con casi nadie. A estas alturas de la saga entiendo que es un poco complicado, ya que tendrás ciertos favoritos de los libros anteriores (como yo, que para mí Haymitch lo es todo y más), pero intenta tenerlo en mente: recuerda ante todo que están en guerra, y que en la guerra muere mucha gente. Un detalle digno de resaltar es la evolución psicológica de prácticamente todos ellos. Desde Prim hasta Katniss, pasando por Peeta y descubriendo el gran trasfondo de personajes como Finnick. Todos ellos tienen una historia, más o menos difícil, que los ha hecho cambiar y desarrollarse de una manera u otra. También tendrás momentos buenos, por supuesto, aquí todo cabe.
Una queja personal es el haber visto tan poco y haber sabido tan poca cosa de Haymitch. Admito que es sólo una opinión personal, simple y llanamente porque me he enamorado de este personaje, pero es que en En llamas vi muchas cosas de él, muchos recuerdos de su pasado que me ayudaron a quererlo aún más. Aquí, en este último libro de la saga, apenas se nombra lo que le pasó una vez. Aunque, recalco, esto es completamente un aporte personal: la historia no pierde ni mucho menos con esto, es sólo que a mí me habría encantado saber más cosas de él.
Seguimos en el estilo del tiempo presente y la primera persona. Se nota que las situaciones en este libro son más difíciles de llevar (Katniss tiene ya mucho a sus espaldas, y todo eso, sumando las drogas que le suministran para controlarse, acarrea muchas consecuencias), pero, dentro de una normalidad, todo se lleva de estupenda manera. Como he comentado antes, Suzanne tiene el acierto de colocar momentos de tensión y realmente interesantes al final de los capítulos, de manera que lo único que quieras es seguir allí pegado y saber lo que pasa a continuación.
Y hay otro tema que me gustaría resaltar: el final. Para mí, ligeramente predecible. Alguien me comentó una vez que, al ser en primera persona, damos por hecho que la protagonista no va a morir. Yo realmente no me decantaba por esta opción: la posibilidad de que Katniss termine muerta al final de la historia está ahí completamente, tanto por la situación como por su comportamiento.
No te diré si acaba muerta o no; te diré que, personalmente, a mí me habría gustado más otra opción para terminar la historia. Aun así, no podemos olvidar que estamos ante una novela para adolescentes, y Collins se adapta bien a su género. Yo concretamente, como lectora ávida y mujer algo más adulta, habría escogido otro final bastante distinto; como escritora que lanza su producto a un público de esta edad, quizá habría cogido el mismo camino que Suzanne.
Para terminar, te digo que, si te gustaron los anteriores, éste no te va a dejar indiferente. Y que, si quisiste y te pareció bien gastarte el dinero tanto en Los juegos del hambre como en En llamas, éste no será distinto.
Otros títulos de la saga:
Los Juegos del Hambre (reseña de la saga completa)
Los juegos del hambre (#1)
En llamas (#2)
DE ÉSTE NO LEO NÁ POR TEMOR A LOS SPOILERS Y QUE ES EL ÚLTIMO, PERO ME DEJAS CON LAS GANAS, BANDIDA.
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