Dragon Age: Origins

Título: Dragon Age: Origins.

Título original: Dragon Age: Origins

Género: Rol.

Compañía: BioWare.

Saga: Dragon Age.

Soporte: PS3, Xbox360, PC.

Probado en: PS3.

Año: 2009.

Precio: 19.95€ (versión Essentials).

¿Dónde puedo conseguirlo?: GAME

Sinopsis: Eres un Guardia Gris, uno de los últimos que quedan de una legendaria orden de guardianes. Con el regreso de un antiguo enemigo y el reino inmerso en la guerra civil, el destino te ha elegido para unir a las tierras devastadas y vencer al archidemonio de una vez por todas.

No hay un inicio concreto en la historia de Dragon Age: Origins. Pese a ser un juego de rol (en los que en muchas ocasiones se nos permite variar el curso de la historia según nuestras acciones), se trata de un novedoso sistema que promete horas y horas de entretenimiento. Como en muchos comienzos del mismo género, lo primero que debemos hacer es crear a nuestro héroe, escogiendo su raza, sexo, clase, condición social y, por supuesto, nombre. A raíz de esta elección, el origen del personaje varía en hasta seis comienzos diferentes, cada cual más interesante (de ti depende probarlos todos para comprobar cuál es tu preferido). Sólo puedo avanzarte, amigo mío, que cada prólogo de esta magnífica historia esconde escenas y tramas tan impresionantes como el desarrollo de la misma.

Así, la historia tiene lugar en Thedas (concretamente en Ferelden, uno de sus muchos reinos), un mundo fantástico donde la magia y las criaturas encantadas no son algo excepcional. La sombra de la guerra ha quedado sumergida en el pasado, y los hombres y mujeres del reino creen vivir en paz y sin temores. Pero un día, la llegada de Duncan, uno de los pocos Guardias Grises que quedan en la actualidad (y líder de la orden), cambiará para siempre el destino del protagonista y de Ferelden.  El anuncio de una inminente Ruina (así llaman a la llegada de los ejércitos del archidemonio) queda escrito, y, uniéndose a los Guardias Grises, comenzará un viaje repleto de acción, romances, traición y mucho, muchísimo entretenimiento.

El sistema de juego es entretenido y fácil de entender, aunque puede suponer un verdadero reto si optamos por probarlo en el nivel máximo de dificultad. Dragon Age: Origins escoge las batallas a tiempo real como método de combate y nos obliga a manejar siempre a un solo miembro del grupo (aunque podemos cambiar de combatiente cuantas veces lo deseemos), así que si vamos a exprimirlo en su máxima dificultad, más nos vale estar atentos y ser rápidos en nuestras decisiones. Los personajes, como en casi todos los juegos de rol, evolucionan mediante un sistema de aumento de nivel.

Fuera de la batalla, el manejo es simple y, tal vez, algo limitado. La falta de acciones, como el inexistente salto, o la ligera linealidad en nuestro paso por el mundo son, seguramente, los puntos más  fáciles de criticar de esta primera entrega de la saga.

También encontramos un apartado gráfico de lo más aceptable. No es el mejor, claro, pero su finalización no nos dejará indiferentes, sobretodo a la hora de valorar los escenarios y detalles del entorno. La escenografía, la profundidad de campo, o el efecto del fuego, entre otros, están muy bien acabados. Los personajes son, quizá, los menos conseguidos, y aún así no sentirás que su imagen es mala.  

Por otro lado, la música es sencillamente brillante. De principio a fin. Créeme, amigo mío; sólo con escuchar el Main Theme en el menú principal se te pondrán todos los pelos de punta. Por supuesto, el sonido ambiental seguirá fascinándote a lo largo del juego, te lo garantizo. Es, para mí, otra de las joyas del juego.

Para terminar, el doblaje es de esos que a ti y a mí (y de eso estoy seguro) nos gusta: en versión original. Además, con un reparto de actores de doblaje que no defrauda en absoluto, tales como Steve Valentine (Alistair), Kate Mulgrew (Flemeth), Tim Curry (Arl Howe) o Claudia Black (Morrigan). A esta última la descubrí en este papel, y desde entonces no he perdido la oportunidad de hacerle un mayor seguimiento. Como Morrigan completa una actuación más que aceptable.

Como última recomendación, te sugiero hacerte con los DLCs del juego, aunque seguro que una vez lo completes, es algo que querrás hacer tú mismo.

Conclusión, amigo mío, si eres amante del rol (e inteligente, cosa que no dudo), Dragon Age: Origins es un juego que no puedes dejar pasar.

Pros:

* Los personajes. Carismáticos, entrañables, épicos, distintos todos el uno del otro. No defraudan.

* La historia. Perfecta en todas sus formas, y tiene muchas. El tipo de héroe que escojas, sumado a las decisiones que tomes a lo largo del juego, te dará la oportunidad de llegar a diferentes finales y escenas alternativas. Todo es relevante.

* La interactuación. Como juego de rol, nos da la libertad, no sólo de darle la apriencia física a nuestro protagonista, sino también influir en sus decisiones y en su modo de ver el mundo.  Damos forma a su personalidad.

* La música. Lo diré una vez más; sublime.

* La durabilidad. Con este juego tienes una cantidad de horas atroz para viciar. Para disfrutarlo.

Contras:

* La ligera linealidad. El juego no es un "Open Wolrd" como tal, y los más críticos quisieran poder disfrutarlo sin un rumbo fijo, o explorar aquellas montañas que a lo lejos son simplemente parte del escenario.

* La escasez de movimientos. En ocasiones, el personaje puede parecer muy rígido.

* La plataforma de creación de personaje está bastante limitada.

* El acabado gráfico de los personajes no es malo, pero sí mejorable.
* El protagonista no habla. Sus intervenciones son siempre las opciones que tenemos para escoger. Es un punto que sí corrgien en la siguiente entrega de la saga.

Si eres amante del rol, es indispensable.